Tratamientos Masoterapia
Los orígenes del masaje se confunden con los del hombre, ante el dolor o la enfermedad, el hombre primitivo recurría al masaje y al movimiento. A partir de 1920 los trabajos científicos han situado a la masoterapia en el lugar que ocupa, gracias entre otras a Mennel y Cyriax.
Como definición de masoterapia podemos decir que se trata del conjunto de manipulaciones, practicadas normalmente sin ayuda de instrumentos, sobre una parte o totalidad del organismo, con el objeto de movilizar los tejidos o segmentos de los miembros para provocar en el organismo modificaciones de orden directo o reflejo que se traduzcan en efectos terapéuticos.
Consiste en uno de los tratamientos más antiguos que existen. El masaje es parte integrante e importante en el tratamiento fisioterápico al preparar o completar una reeducación. Además de sus efectos fisiológicos, el masaje permite que se establezca un clima de confianza entre el paciente y el fisioterapeuta, y ayuda a realizar un tratamiento eficiente en un ambiente sin tensiones.
INDICACIONES
Aliviar o calmar el dolor: Esguinces, contusiones y lesiones ligamentosas, tendinosas, musculares y nerviosas, así como en artritis, periartritis, fibrosis, tendinitis y lumbalgias.
Favorecer la relajación: Relajación psicofísica, contracturas, pacientes psiconeuróticos, mialgias y miositis.
Mejorar la circulación: Hipotensión, mejorar la circulación de retorno, hematomas y varices.
Reducción de edemas: Celulitis, edemas postraumáticos, linfedemas, etc.
Liberar adherencias: Cicatrices, adherencias aponeuróticas, periarticulares, masaje para el despegamiento de rótula, ligamentos y tendones adheridos.
Tonificar y mantener el trofismo tisular: Masaje con el fin de preparar los muñones de amputaciones para el uso de prótesis y en tratamientos deportivos.
CONTRAINDICACIONES
Aquellas enfermedades en las que el efecto mecánico puede producir un grave accidente: Heridas sangrantes, tromboflebitis, etc.
Inflamaciones e infecciones agudas y subagudas.
Traumatismos recientes, fracturas no consolidadas.
Enfermedades de la piel: Heridas, dermatitis, etc.
Litiasis de todas las clases.
Cardiopatías descompensadas, taquicardias e hipertensión.
EFECTOS TERAPEÚTICOS
Los efectos fisiológicos del masaje van a depender de varios aspectos: la sensibilidad del sujeto que recibe el masaje, la región donde se aplica, la intensidad, frecuencia y ritmo de esta aplicación y, por supuesto del tiempo aplicado en la sesión.
Encontramos dos grandes tipos de efectos que se producen en la aplicación del masaje: los directos y los indirectos.
EFECTOS DIRECTOS
Los efectos directos son debidos a la acción mecánica del masaje, y se manifiestan en:
Piel: Se produce un estiramiento de las fibras elásticas y aumento de la secreción sebácea. Todo ello contribuye a dotar a la piel de mayor suavidad y elasticidad; lo que vigoriza y mejora el estado nutritivo de la misma.
Tejido conjuntivo: Hay un aumento de la elasticidad de este tipo de tejido, lo que unido al estiramiento de las estructuras que lo conforman (cápsulas, aponeurosis, fascias y ligamentos) pueden llegar a producir una liberación de las estructuras que se encuentren contraídas y/o adheridas.
Tejido subcutáneo: Aumenta el metabolismo y la circulación, lo que conlleva una disminución del tejido graso; que se verá potenciado con la dieta y el tratamiento médico adecuados. Independientemente puede favorecer la absorción de líquidos y edemas intersticiales.
Músculo: Como en casi todos los tejidos, se produce una mejor nutrición y aumento del metabolismo, que contribuye a impedir la concentración de ácido láctico y mejora la excitabilidad muscular, con lo que aumenta el tono y el rendimiento muscular. Puede utilizarse el masaje sobre el músculo para evitar la hipertonía o espasticidad siempre que se utilice de forma previa a la cinesiterapia, y además previene la atrofia de la musculatura poco o nada utilizada.
Circulación: Puede eliminar edemas y exudados pues se mejora el retorno venoso y linfático.
Sistemas nerviosos central y periférico: Actúa sobre las terminaciones nerviosas de la piel de tres formas diferentes: sedante, relajante o estimulante, según el tipo de masaje que utilicemos.
EFECTOS INDIRECTOS
Los efectos reflejos o indirectos son producidos a distancia por la masoterapia debido al desencadenamiento de acciones reflejas. Son los siguientes:
Sobre la circulación: Al actuar sobre la piel se produce una vasodilatación y un aumento local de temperatura; conlleva igualmente una aumento del metabolismo e intercambio entre los tejidos y una emigración leucocitaria a través de los capilares
Sobre el músculo: Las maniobras superficiales pueden conseguir disminuir e incluso erradicar un espasmo o contractura muscular, ya que los estímulos cutáneos producen impulsos que desencadenan relajación muscular y dilatación capilar refleja.
Sobre el dolor: Se produce un aumento del umbral del dolor, lo que acarrea analgesia local, pero además algunas maniobras pueden aliviar dolores profundos o viscerales; además del efecto de relajación e incluso “analgesia psíquica” que el masaje desarrolla en algunos pacientes.
TIPOS DE MASAJE
Masaje circulatorio
Está destinado a activar el flujo sanguíneo, favoreciendo la eliminación de toxinas.
Masaje deportivo:
Se lleva a cabo sobre los grupos musculares comprometidos en cada deporte o disciplina deportiva, para optimizar su tono, flexibilidad y rendimiento.
Masaje de drenaje linfático:
Apunta a estimular el flujo de la linfa, mediante técnicas precisas y delicadas.
Masaje estético:
Combina técnicas circulatorias, modeladoras y sedativas, a fin de tratar alteraciones o defectos estéticos de los cuerpos, generalmente localizados.
Masaje de relax o sedativo:
Tiende a armonizar el sistema nervioso, induciendo, tal como su nombre lo indica, determinado grado de relajación muscular y ayudando al individuo a recuperar o mantener el equilibrio psicofísico.
Masaje descontracturante:
Son las manipulaciones realizadas sobre uno o varios grupos musculares contracturados.