Tratar el origen del problema:
El origen del trastorno se encuentra, a menudo, lejos de la zona dolorosa. Un esguince de tobillo mal curado puede ser el causante, mucho más tarde, de un dolor de espalda. Cuando aparece un lumbago, calmar el dolor no es suficiente, hay que restaurar y sobretodo mejorar la mecánica vertebral, para que las crisis no aparezcan con un simple mal gesto. Esta armonía vertebral permite la utilización normal de la columna y evita cualquier recaída.

 

 

Campos de Aplicación:
La única herramienta de un osteópata son sus  manos, con ellas realiza ajustes que no son traumáticos ni dolorosos. A través de sus intervenciones manuales calma, frena o estimula el sistema de funcionamiento humano y actúa sobre:

Las estructuras articulares: pie, tobillo, rodilla, cadera, codo, hombro, maxilar, cráneo, columna vertebral.

Los tejidos vivos: Sanguíneo, pulmonar, nervioso, óseo, conjuntivo.

Los Órganos: Hígado, vejiga, intestinos….

 

La estructura gobierna la función.

El osteópata tiene la misión de reequilibrar el esqueleto, los músculos y los ligamentos. Confiere una importancia particular a la columna vertebral, que contiene el sistema nervioso central y el sistema nervioso autónomo, vegetativo.

Si un paciente que acude a Clínica René y padece una cifosis (o espalda curvada) la disposición de sus huesos, vísceras, músculos y funciones que haga a diario, por sencilla y simple que sea, estará en función de esa estructura; por tanto, no pretenderemos trabajar sobre ese cuerpo, sino sobre lo que ese cuerpo, una vez restablecida su función, necesite.

El papel de la arteria es fundamental.

El movimiento permite que los líquidos que se encuentran en los tejidos y células se regeneren.

La sangre es vida. La circulación siempre debe estar activa. Tras un período encamado o una operación, o un traumatismo, algo deja de funcionar; a la sangre hay que darla vida y la vida es movimiento; y/o para que haya vida y movimiento se debe estar bien.

La Unidad del cuerpo es básica:

Las diferentes partes del cuerpo son independientes, lo que otorga al ser humano su singularidad y su unidad.

Nuestro cuerpo está sometido siempre a la fuerza de la gravedad. Por ello cualquier tipo de tratamiento ha de ser valorado funcionalmente en distintos ámbitos y funciones del paciente: vida diaria laboral, deporte, ocio… así como el nivel visceral, sistema nerviosos y músculo esquelético y linfático.

La lesión osteopática es un término general para describir una lesión, ya sea leve o grave, que interfiera con la función visceral del cuerpo. La lesión distorsiona la distribución a través del cuerpo de la energía nerviosa y de otras energías, así como la de la sangre, la linfa y otros fluidos vitales.  Esto conlleva una disminución de la vitalidad y de la resistencia a la enfermedad; si no se trata puede dar lugar a cambios adversos en órganos y tejidos del cuerpo como, por ejemplo, enfermedades tal y como se entienden habitualmente. En otras palabras, una lesión osteopática puede ser precursora de una enfermedad y, si se trata precozmente, se puede evitar un daño grave y duradero en los recursos del cuerpo.

 

Por ejemplo, las primeras investigaciones hechas por osteópatas mostraron que las enfermedades del corazón están normalmente asociadas a lesiones de la tercera vertebra torácica; las lesiones estomacales se deben a una lesión de la quinta vértebra torácica; el asma a una lesión de la cuarta vertebra torácica. Estas vertebras se encuentran entre las escapulas.
A menudo las lesiones de la columna están asociadas al dolor de espalda, por lo que frecuentemente se tiende a pensar que el problema está en el  disco o en la vértebra.

                Aunque una lesión ostepática puede incluir la desalineación de una o más vertebras, la mayoría de las veces nos se utilizan en términos anteriormente dichos, ya que puede simplificar mucho el problema y dar lugar a errores.

 

Por ejemplo, una lesión leve en una de estas articulaciones puede conllevar a una serie de cambios patológicos complejos que incluyen la hinchazón y la inflamación.

a) Los movimientos libres de la articulación quedan impedidos. Estos movimientos son necesarios para asegurar el flujo sanguíneo adecuado hacia los nervios y la médula espinal, así como a zonas adyacentes a éstos.
1. b) Se establecen unos patrones anómalos en los impulsos neurológicos relacionados con la postura del cuerpo, lo que da lugar a una distorsión de la postura, afectando a todo el cuerpo.
2. c) Se produce el espasmo y contractura de los músculos profundos más pequeños de la columna.
3. d) La función normal de la medula espinal queda obstruida por el patrón nervioso anómalo y la interferencia con el flujo sanguíneo normal.
4. e) Los órganos inervados Por aquellos segmentos de la medula espinal sufren una disminución de su vitalidad, debido a que el flujo sanguíneo y la energía nerviosa hacia y desde los órganos se encuentran en un estado anómalo.

Por estos motivos, la osteopatía puede servir de ayuda en el tratamiento de una gran variedad de condiciones y enfermedades; en este sentido está claro el motivo por el que los osteópatas prefieren ver a los pacientes lo antes posible, para realizar un tratamiento de tipo preventivo, en vez de esperar hasta que la lesión degenere una enfermedad y en síntomas, por ejemplo, dolor y molestias.